Elaeagnus × submacrophylla

Nombre científico: Elaeagnus × submacrophylla Servett.

Nombre común: Eleagno

Familia: Elaeagnaceae

Orden: Rhamnales

Subclase o clase: Rosidae

Sector: Rósidas

Lugar de procedencia: Hortícola

Época de floración: Desde Septiembre hasta Diciembre

Descripción

Crece normalmente como arbusto, pero también puede tomar la forma de un pequeño árbol de hasta 5 m de altura con la corteza es de color marrón claro y tersa. Si se planta bajo otros árboles, puede adoptar hábitos de planta semi-trepadora, desarrollando largas ramas que crecen hasta la copa de los árboles. Las hojas son de disposición alterna, lanceoladas, con haz brillante, de color verde oscuro, mientras que el envés tiene coloración blanquecina. Las flores son pequeñas pero aromáticas (desprenden un olor dulce) y de color blanquecino. El fruto es una drupa comestible, que madura en primavera.

Hábitat y exigencias culturales

Puede crecer en casi cualquier tipo de suelo y ubicación, aunque prefiere los lugares soleados y bien drenados, como ocurre en todas las especies del género. Realiza la fijación del nitrógeno a través de las raíces, lo que le permite sobrevivir en terrenos muy pobres. Es una planta de crecimiento rápido. que presenta una enorme resistencia a los extremos térmicos. También resiste sin problemas las sequías prolongadas y los vientos fuertes. Se trata de una especie muy apropiada para situaciones costeras soportando bien el viento y la sal.

Usos

Se ha introducido en la jardinería especialmente para utilizarlo como seto vivo debido a su gran resistencia a las podas y los recortes. Se trata de una especie muy apropiada para utilizarla como cortavientos en huertos y jardines, especialmente en ubicaciones costeras. Presenta también un gran valor ornamental. Su capacidad para fijar nitrógeno al suelo es también interesante, ya que permite incrementar el rendimiento de otros frutales. Sus frutos, cuando son maduros, tienen un sabor muy agradable. Son una rica fuente de vitaminas (especialmente A, C y E) minerales y flavonoides. Contienen también ácidos grasos esenciales, hecho bastante inusual en una fruta. Cada uno de los frutos contiene un hueso, que esconde una semilla también comestible, de sabor suave y rica en proteínas y grasas.

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